viernes, 18 de marzo de 2016

Capítulo 7.- ¿Avispa Egoísta o Estrategia Egoísta? (119)

Una persona que observase y analizase el comportamiento de una computadora cuyo programa se hubiera perdido podría, en principio, ser capaz de reconstruir el programa o su equivalente funcional. Las últimas cuatro palabras son cruciales. Por su propia conveniencia escribiría el programa reconstruido en algún lenguaje particular -Algol, Fortran, un diagrama de flujo, un subconjunto riguroso particular del Inglés-. Pero no hay manera de saber en cuál, si es que es en alguno, de estos idiomas fue escrito el programa originalmente. Pudo  haber sido escrito directamente en lenguaje máquina, o 'integrado' en la maquinaria de la computadora durante su fabricación. En todo caso, el resultado final es el mismo: el equipo realiza alguna tarea útil, como el cálculo de raíces cuadradas, y un ser humano puede tratar eficazmente el ordenador como si obedeciera un conjunto de instrucciones imperativas escritas en un lenguaje que es conveniente que entiendan los humanos. Creo que, para muchos propósitos, tales 'explicaciones software' de los mecanismos del comportamiento son tan válidas y útiles como las más obvias 'explicaciones de hardware' expuestas por los neurofisiólogos.

     Un biólogo que observa un animal está en cierto modo en la misma posición que un ingeniero observando un ordenador que ejecuta un programa perdido. El animal se comporta en lo que parece ser  una manera
organizada, decidida, como si estuviera obedeciendo un programa, una secuencia ordenada de instrucciones imperativas. El programa del animal en realidad no se ha perdido, porque nunca fue escrito. En su lugar, la selección natural improvisó el equivalente de un programa en código máquina integrado, al favorecer las mutaciones que alteraron sucesivas generaciones de sistemas nerviosos para comportarse (y para aprender a cambiar su comportamiento) de manera apropiada. Apropiada significa, en este caso, apropiada para la supervivencia y la propagación de los genes en cuestión. Sin embargo, aunque no se haya escrito ningún programa, al igual que en el caso de la computadora que ejecuta un programa que se ha perdido, para nosotros es conveniente pensar en el animal como 'obedeciendo' a un programa 'escrito' en un lenguaje de fácil comprensión tal como Inglés. Una de las cosas que podremos hacer es imaginar programas alternativos o subrutinas que puedan 'competir' entre sí por el 'tiempo del computador' en el sistema nervioso de la población. Aunque debemos tratar a la analogía con circunspección, como demostraré, podemos imaginar útilmente la selección natural como actuando directamente sobre una acumulación de programas o subrutinas alternativos, y tratar a los organismos individuales como ejecutores temporales y propagadores de estos programas alternativos.

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