viernes, 6 de enero de 2017

Capítulo 9.- ADN Egoísta, Genes Saltarines, y un Susto Lamarckista (161)

     Orgel y Crick (1980) dicen lo mismo acerca de la paradoja menor de los valores C variables y sobre la teoría del ADN egoísta que la explica: 'Los principales hechos son, a primera vista, tan extraños que probablemente sólo una idea poco convencional los explique'. He tratado de establecer un escenario, mediante una combinación de realidad y extrapolación fantasiosa, en el cual el mismo ADN egoísta puede entrar casi sin ser visto; he tratado de describir un contexto no convencional, pero casi ineludible, en el que aparezca el ADN egoísta. El ADN que no se traduce en proteína, cuyos codones significarían un galimatías sin sentido si alguna vez fueran traducidos, sin embargo puede variar en su replicabilidad, su aplicabilidad y su resistencia a la detección y eliminación por parte de las rutinas de depuración de la maquinaria celular. Por tanto, la 'selección intragenómica' puede conducir a un aumento en la cantidad de ciertos tipos de ADN sin sentido, o no transcritos, desparramados y abarrotando los cromosomas. También el ADN traducido puede ser objeto de este tipo de selección, aunque aquí las presiones de selección intragenómica probablemente serán anegadas por presiones más fuertes, positivas y negativas, resultantes de los efectos fenotípicos convencionales. 

    La selección convencional resulta en cambios en la frecuencia de los replicadores relativa a sus alelos, en loci definidos en los cromosomas de las poblaciones. La selección intragenómica de ADN egoísta es un tipo diferente de selección. Aquí no estamos tratando con el éxito relativo de alelos en un locus en un acervo de genes, sino con la capacidad de extensión de ciertos tipos de ADN en diferentes loci o la creación de nuevos loci. Por otra parte, la selección del ADN egoísta no se limita a la escala de tiempo de generaciones individuales; puede aumentar selectivamente en cualquier división celular mitótica en las líneas germinales de cuerpos en desarrollo. 
     
     En la selección convencional, la variación sobre la que actúa la selección se produce, en última instancia, por mutación, pero por lo general la pensamos como una mutación dentro de las limitaciones de un sistema ordenado de loci: una mutación produce una variante del gen en un locus determinado. Por consiguiente, es posible pensar en la selección como una elección entre alelos en ese locus concreto. Sin embargo, la mutación en el sentido más amplio incluye más cambios radicales en el sistema genético, menores como inversiones, y los más importantes, como los cambios en el número de cromosomas o ploidía, y los cambios de la sexualidad a la asexualidad y viceversa. Estas mutaciones más grandes 'cambian las reglas del juego', pero no dejan de estar, en varios sentidos, sujetas a la selección natural. La selección intragenómica del ADN egoísta pertenece a la lista de los tipos no convencionales de selección, que no implican elección entre los alelos en un locus concreto.

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