viernes, 20 de enero de 2017

Capítulo 9.- ADN Egoísta, Genes Saltarines, y un Susto Lamarckista (163)

    Por espectaculares que hayan sido sus logros, ¿no es posible que los biólogos moleculares hayan estado hasta ahora, igual que los biólogos en otros niveles, en una postura similar a la de nuestro marciano? Asumiendo que la célula es un lugar donde la maquinaria molecular funciona para el bien del organismo, han recorrido un largo camino. Pero podrían ir más lejos si ahora cultivan una visión más cínica y aceptan la posibilidad de que algunas moléculas puede que no sean para nada bueno desde el punto de vista de las demás. Es obvio que ya lo hacen cuando contemplan los virus y otros parásitos invasores. Todo lo que se necesita es a su vez el mismo ojo cínico en el 'mismo' ADN de la célula. Porque están empezando a hacer precisamente esto es por lo que creo que los artículos de Doolittle & Sapienza y Orgel & Crick son tan excitantes, en comparación con las objeciones de Cavalier-Smith (1980), Dover (1980) y otros, aunque desde luego los objetores pueden tener razón en los temas concretos que detallan. Orgel y Crick resumen el mensaje así: 

En resumen, podemos esperar  mediante el proceso de selección natural una especie de lucha molecular por la existencia dentro del ADN de los cromosomas. No hay ninguna razón para creer que esto sea mucho más simple o más fácil de predecir que la evolución en cualquier otro nivel. En el fondo, la existencia de ADN egoísta es posible porque el ADN es una molécula que se replica muy fácilmente y porque el ADN egoísta se produce en un entorno en el que la replicación del ADN es una necesidad. Así  tiene la oportunidad de subvertir estos mecanismos esenciales para su propio propósito.

     ¿En qué sentido el ADN egoísta es un forajido? Lo es en la medida en que los organismos estarían mejor sin él. Quizás desperdicia espacio y materias primas moleculares, Quizás derrocha valioso tiempo de funcionamiento de la maquinaria de duplicación y corrección de pruebas. En cualquier caso, podemos esperar que la selección tenderá a eliminar el ADN egoísta del genoma. Podemos distinguir dos tipos de selección de 'ADN anti-egoísta'. En primer lugar, la selección podría favorecer adaptaciones positivas para eliminar el ADN egoísta de los organismos. Por ejemplo, podría extenderse el principio de corrección de pruebas ya descubierto. {164} Podrían examinarse las secuencias largas por el 'sentido', y extirparse si se hallaran faltas de él. En particular, el ADN altamente repetitivo podría ser reconocido por su uniformidad estadística. Estas adaptaciones positivas son lo que yo tenía en mente en mi discusión anterior de la carrera de armamentos, el 'mimetismo', etc. Aquí estamos hablando de la evolución de una maquinaria de ADN anti-egoísta que podría ser tan elaborada y tan especializada como las adaptaciones antidepredadores de los insectos.

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