viernes, 5 de mayo de 2017

Capítulo 9.- ADN Egoísta, Genes Saltarines, y un Susto Lamarckista (y 178)

     De ninguna manera éste es el único ejemplo de herencia no nuclear. Cada vez está más claro que los genes no nucleares, ya sea en orgánulos como las mitocondrias o sueltos en el citoplasma, ejercen efectos notables en los fenotipos (Grue 1976). Tenía la intención de incluir una sección llamada El Plásmido Egoísta, para discutir las consecuencias esperadas de la selección actuando en replicadores citoplasmáticos, y los resultados probables de los conflictos con los genes nucleares. Sin embargo, había conseguido no más allá de algunas breves observaciones sobre las 'mitocondrias egoístas' (ahora en el capítulo 12), cuando salieron dos artículos (Eberhard 1980; Cosmides y Tooby 1981) que, de forma independiente, dicen todo lo que yo podría haber dicho y mucho más. Por dar sólo un ejemplo, 'la migración de las mitocondrias del óvulo a agruparse alrededor del núcleo del óvulo, a fin de favorecer su inclusión en el "neocitoplasma" del proembrión en las gimnospermas Larix y Pseudotsuga ... puede ser el resultado de la competencia para su inclusión en el embrión' (Eberhard, p. 238). En lugar de repetir ampliamente lo que dicen, preferiría simplemente recomendar a los lectores que consulten  estos dos excelentes {178} artículos. Sólo voy a añadir que ambos documentos son buenos ejemplos del tipo de debate que creo que va a convertirse en un lugar común, una vez que el replicador reemplace al organismo individual como unidad conceptual fundamental en nuestra manera de pensar sobre la selección natural. No hay que ser clarividente para profetizar, por ejemplo, el surgimiento de una floreciente nueva disciplina sobre "sociobiología procariota".     

     Ni Eberhard ni Cosmides & Tooby justifican explícitamente ni documentan  la visión de la vida desde el punto de vista de los genes: simplemente la asumen; 'El reciente cambio hacia la visión del gen como unidad de selección, junto con el reconocimiento de los diferentes modos de herencia genética, hacen que el concepto de parasitismo, la simbiosis, el conflicto, la cooperación y la coevolución -que fueron desarrollados con referencia a organismos completos- sean pertinentes a los genes dentro de un organismo' (Cosmides & Tooby). Estos artículos tienen lo que sólo puedo describir como el aroma de ciencia post-revolucionaria normal (Kuhn 1970).

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