viernes, 14 de julio de 2017

Capítulo 10.- Una Agonía en Cinco Espasmos (188)

     En realidad, históricamente veo el concepto de aptitud inclusiva como el instrumento de un brillante intento desesperado de rescate, un intento de salvar al organismo individual como el nivel en que pensamos acerca de la selección natural. El espíritu subyacente de los artículos de Hamilton (1964) sobre la aptitud inclusiva es seleccionista del gen {188}. La breve nota de 1963 que les precedió es explícitamente:
     'A pesar del principio de la "supervivencia del más apto", el criterio último que determina si G se extenderá no es si el comportamiento es en beneficio del protagonista, sino si es en beneficio del gen G ...'. Junto a Williams (1966), Hamilton podría ser fácilmente considerado como uno de los padres de seleccionismo de genes en los modernos estudios ecológicos y de comportamiento:
    Un gen está siendo favorecido en la selección natural si la suma de sus réplicas forma una fracción creciente del conjunto total de genes. Vamos a ocuparnos de los supuestos genes que afectan al comportamiento social de sus portadores, por lo que vamos a tratar de hacer la argumentación más vívida atribuyendo a los genes, de manera temporal,  inteligencia y una cierta libertad de elección. Imagine que un gen está considerando el problema de aumentar el número de sus réplicas, e imagine que pueda elegir entre causar un comportamiento puramente egoísta a su portador A (llevando a más reproducción por A) y causar el comportamiento desinteresado que beneficie de alguna forma a un pariente, B [Hamilton 1972].

     Después de usar su modelo de gen inteligente, Hamilton más tarde lo abandona explícitamente a favor del efecto de la aptitud inclusiva de un individuo sobre la propagación de copias de sus genes. Parte de la tesis de este libro es que habría sido mejor si se hubiera aferrado a su modelo de 'gen inteligente'. Si
puede suponerse que los organismos individuales trabajan para el beneficio conjunto de todos sus genes, no importa si pensamos en términos de genes que operan para asegurar su supervivencia, o de individuos que operan para maximizar su aptitud inclusiva. Sospecho que Hamilton se sentía más cómodo con el individuo como agente de lucha biológica, o tal vez supuso que la mayoría de sus colegas aún no estaban listos para abandonar al individuo como agente. Pero, de todos los logros teóricos brillantes de Hamilton y sus seguidores, que se han expresado en términos de aptitud[4] inclusiva (o aptitud[5] personal), no veo ninguno que no pudiera alcanzarse más fácilmente con su 'gen inteligente' manipulando los organismos para sus propios fines (Charnov 1977) .

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